¿La MAGNETOTERAPIA me ayuda a curar mi lesión ósea?
En términos generales la terapia de electroimanes no está plenamente integrada en la mayoría de protocolos para el tratamiento de las lesiones, es más, en muchas ocasiones solo se plantea su uso como medio alterativo, o cuando el proceso terapéutico convencional no da los resultados esperados. Es probable que esto sea un error de planteamiento, ya que la magnetoterapia es complementaria a la mayoría de tratamientos y casi nunca tiene efectos adversos o contraproducentes con el tratamiento en curso.
Existen primeros indicios que apuntan que el ser humano utilizaba el imán como terapia en el 4500 antes de Cristo aproximadamente. Primero en forma de polvo magnético que se tomaban como pastillas o cataplasmas para luchar contra heridas accidentes y dolores articulares.
La medicina fue evolucionando a la par que la historia de la humanidad, y en la Alemania del año 1650 d.C. se empezaron a fabricar a nivel industrial los primeros imanes, aunque no recibieron indicaciones médicas hasta la creación de los electroimanes por parte del inglés W.Sturgeon y el estadounidense J-Henry entre 1826 y 1930.
¿Cómo funciona?
Los efectos del campo magnético pulsado se mide en unidades de mT (microtesla). Esta altera la actividad enzimática y acelera los procesos bioquímicos. Eso sucede debido a que en los tejidos hay corrientes eléctricas débiles con las que reaccionan los iones que contienen las células, y con la absorción del campo magnético cambia la estructura de estos sistemas.
Asimismo, está demostrado que la intensidad del campo magnético es directamente proporcional a la corriente que fluye por el conductor e indirectamente proporcional a la distancia del conductor, de modo que, en la aplicación de la terapia se consigue más intensidad del campo magnético en el área de contacto entre el aplicador y el cuerpo, y va disminuyendo al aumentar la distancia.
A pesar de que cada paciente es diferente, y cada lesión responde de forma ligeramente diferente ante el tratamiento, según Jerábek hay 10 factores que determinan el potencial curativo del tratamiento con magnetoterapia.
1. Inducción: en microteslas
2. Gradiente: Variación de una magnitud en función de la distancia
3. Frecuencia: de hasta 100Hz
4. La Forma
5. Duración del pulso: 5-15ms
6. Tiempo de exposición
7. Volumen del tejido: a mayor exposición, mayor reacción
8. Lugar de exposición
9. Polaridad: en polo norte genera mayor analgesia, y el polo sur aumenta la oxigenación
10. Dirección del vector: en patología isquémica de extremidades inferiores es necesario generar el campo perpendicular a los vasos sanguíneos
Los tratamientos
En la mayoría de tratamientos de fisioterapia se utilizan corrientes electromagnéticas de baja frecuencia de 0 a 1000Hz a través de la modificación de una corriente galvánica. En estas dosis de frecuencia no se genera ningún efecto térmico, lo que permite usar esta técnica incluso con pacientes con prótesis o implantes metálicos.
En los tejidos coloidales la respuesta conseguida es un aumento del potencial de las membranas celulares lo que genera un aumento de su actividad, por ejemplo, en un tejido patológico el potencial eléctrico de la membrana disminuye hasta alrededor de 30mV, pero con el tratamiento de un electroimán se puede incrementar hasta 120mV, sin correr el riesgo de generar daño tisular.
Podemos clasificar en 6 puntos los efectos biológicos que puede generar un campo electromagnético a el tejido celular:
1. Estimulación metabolismo: aumenta la permeabilidad de las membranas, y la oxigenación, lo que nos permite acelerar los procesos de desintoxicación del tejido lesionado.
2. Incremento del riego sanguíneo: la baja frecuencia altera la polarización de los glóbulos rojos, lo que provoca que los eritrocitos sean dispersados aumentando su capacidad de captación de oxígeno. Además, también se altera la tonicidad de las paredes de los vasos permitiendo mayor vasodilatación y aumentando el flujo.
3. Miorelajación: el campo electromagnético acelera el drenaje de residuos metabólicos ácidos en zonas inflamatorias.
4. Aumento proceso curación: principalmente en el tejido óseo. El tratamiento genera una irritación inespecífica de la membrana citoplasmática y una activación de la cadena metabólica, así como aumenta el nivel de proteoglicanos del cartílago.
5. Antiálgica: la baja frecuencia influye sobre los impulsos dolorosos a través de la médula espinal aumentando la segregación de endorfinas y regulando el movimiento de iones cálcicos.
6. Efecto anti edematoso: el campo electromagnético genera un aumento de la perfusión entre membranas celulares, lo que se traduce en una mayor capacidad de drenaje del cuerpo.
Usos prácticos
Dentro del algoritmo terapéutico de ReSport Clinic utilizamos la magnetoterapia cuando existe una lesión ósea (fractura o edema óseo).
Para que tenga efecto es necesaria una exposición prolongada en el tiempo para conseguir resultados clínicamente satisfactorios motivo por el cual en la mayoría de lesiones, se recomienda al paciente el uso de la máquina de magnetoterapia de alta potencia en el domicilio, incluso en la cama durante la noche de forma que pueda someter la zona lesionada a terapias de 6h a 8h diarias. A pesar de las molestias que esto pueda ocasionar al paciente, los resultados obtenidos en patologías de lenta o difícil evolución compensan al paciente.